17 de Julio, 7:15 PM
¿Este sería el final? La puerta finalmente desistió y terminó por destrozarse. El niño parecía venido del mismo infierno, tenía los ojos rojos, era pálido como la Luna, casi era transparente, casi... Se acercó a nosotros, demasiado, alzó su mano derecha sonriente...
"¿Creéis que os voy a matar? Jaja, pues estáis muy equivocados, era sólo una broma nada más."- El niño empezó a reir de una manera más normal, como cuando cuentan un chiste y te hace mucha gracia, llevó sus manos a los estómago riendo. Marck no pudo evitar darle una colleja.
"¡¡Niño del demonio!! ¿¡Cómo se te ocurre gastar una broma de tan mal gusto?!"- El grito de Marck resonó por las paredes de la casa.
"Au... Tranquilo... Yo soy uno de los supervivientes del castillo, ¿no te acuerdas de mi, Marck? Cuando invadieron palacio, algunos sirvientes huyeron para buscar un lugar en el que vivir. Uno del que los monstruos no intentasen apoderarse. Yo vine aquí, encontré esta casa... Pero mi madre murió en el camino, fue capturada por un ángel oscuro..."
"¿Ángel oscuro?"- ¿De que hablaban? Antes todo este mundo vivía en paz, al parecer.
"Son monstruos alados, se muestran bondadosos y amables, luego cambian su forma, sus alas pierden plumas y se vuelven negras, su piel se cae y oscurece, se llevan a sus presas volando, devorándolas... Decidimos llamarlos así, eran la principal fuente de problemas del castillo."- La mirada de Marck se entristeció, quería llorar, pero no podía, algo se lo impedía.
"Yo era el guardián de Marck."- El chico me miró y sonrió alegremente.
"¿Guardián? Pero si sólo eres un niño."- Me rasqué la cabeza confuso, no entendía nada.
"Los Guardianes son personas con poderes que se enfrentaban a los monstruos, si nacías con un poder, a los siete años comenzabas a servir al rey, reina o príncipe. En caso de no dominar el poder... Eras desterrado."- Su tono se notaba entristecido, y su mirada más aún... No pude evitar entristecerme yo también... Si había Guardianes, ¿que pasó para que todo acabase tan mañ?
"Cuando los monstruos atacaron palacio, los Guardianes intentamos defenderlo, pero eran demasiados, y algunos nunca los vimos. Lograron destrozar los muros y entrar, devorando y destrozando sin piedad a los habitantes del lugar... Yo logré huir. Mi poder depende de mis emociones, y el miedo y desesperación logró crear una barrera para huir, pero mi madre no corrió la misma suerte..."- El chico comenzó a llorar en silencio con una sonrisa al recordar la dulzura de su madre.
Fuera de la ventana comencé a oír susurros que me invitaban a acercarme... La pared se destrozó de golpe y un chico de aspecto angelical apareció... Hipnotizado me levante y me acerqué a él. Caminé haste el borde de la habitación.
"¡Erick!"- Esa voz era la de Marck... No podía parar... Vi al ángel sonreír mientras me acercaba al borde del cuarto.
"¡Air bullet!"- El chico gritño algo, y una gran ráfaga de aire embistió al angel, y con la fuerza con la que estalló contra el ángel me derribó contra Marck, también derribó al ángel mostrando su verdadera forma... Sus alas se tornaron en negro y cayeron algunas plumas, y su piel comenzó a caer, dejando ver sus músculos, era una visión muy desagradable. La piel que no se caía se volvió negra como la noche. El ángel oscuro continuaba sonriendo.
"Niño... ¿Quieres ver a tu madre?"- Sonreía de oreja a oreja y sacó la cabeza de una mujer.
"¡Mamá! ¡¡¡Pagarás caro lo que le has hecho!!!"- El chico corrió llorando hacia el ángel rodeado de una fuerza increíble que se podía notar aún estando lejos. Saltó y agarró el ángel... Una oscuridad los envolvió a ambos, se escuchó piel rasgar, caía sangre de ese círculo oscuro que les envolvía y al niño gritar, en cambio, el angel reía... Más tarde, la cabeza del chico cayó junto con la de su madre.
Marck me agarró del brazo y me llevó hacia el interior de la casa, bajamos y nos refugiamos en el salón. Le abracé llorando y algo traumatizado, esta situación me superaba...
El ángel parece verdaderamente fuerte... ¿Aquí la gente tiene poderes? ¿Hay magia? Que clase de mundo es este... Quiero salir de aquí....
"Salid chicos... Es de mala educación ignorar la visita."
Continuará
La Noche Olvidada
jueves, 20 de febrero de 2014
miércoles, 19 de febrero de 2014
17 de Julio, 7:00 PM.
Nos adentramos corriendo en el interior del bosque, estábamos perdidos, pero al menos parecía que habíamos escapado de la abominación aquella.
Seguimos caminando, justo en el corazón del tétrico bosque encontramos una casa, una casa de madera a la cual le salía humo de la chimenea. Ya había caído la noche y estar fuera de un edificio podría ser peligroso, pero teniendo en cuenta del lugar en el que estábamos, entrar también lo era.
Hacía frío, Marck y yo nos miramos, no sabíamos que hacer, ambos afirmamos con la cabeza y caminamos de la mano hacia la cabaña, y con mucho cuidado y lentamente abrimos la puerta.... Justo en frente de la puerta había unas escaleras de madera, a la derecha una puerta que llevaba a un salón y a la izquierda otra puerta que llevaba a una cocina. De iluminación no había más que velas, parecía una casa encantada y muy antigua, la poca luz que desprendían servía para ver un poco a su al rededor, dejando espacios oscuros entre la luz de una y de otra, haciendo que el lugar sea aún más tétrico. Al lado izquierdo de la escalera, la cual estaba apoyada en la pared de la derecha, había un pasillo muy oscuro, sin iluminación pero se podía distinguir una puerta al fondo.
Finalmente abrimos la puerta y entramos despacio, una vez dentro la cerramos con el mismo cuidado y lentitud con el cual la abrimos. Nos miramos en silencio, el lugar pondría los pelos de punta incluso a un muerto.
Caminamos lentamente hacia la sala, noté una extraña presencia detrás nuestra.... Hice lo que nunca se debe hacer, mirar hacia atrás. Me giré y delante de la puerta vi una borrosa imágen de un niño sonriendo tétricamente. Marck también se giró, su cara se sumió en pánico y, ambos, asustados, corrimos al piso superior encerrándonos en una habitación, parecía la habitación de un niño pequeño, las paredes estaban llenas de dibujos hechos por un niño pequeño, en el que la sangre y personas muertas predominaban, y en algunos estaba escrito "No huirás", "No hay salida" y cosas similares.
Una risa enloquecida rompió el amargo silencio.- "¿Queréis jugar al escondite? ¡Muy bien! Os encontraré..."- La voz de un niño de corta edad resonaba en las paredes, parecía venir de todos los lugares a la vez.
"Erick, tranquilo, no pasará nada."- Marck se acercó a mi y me acarició la cara, luego me besó, intentando tranquilizarme, esta vez el beso fue amargo y doloroso, como la despedida de alguien que fuese a morir. Es como si supiese que su vida acabase ahí, o que iba a dar su vida por mí. Mis lágrimas brotaron de mis ojos, por primera vez en mucho tiempo.
"No, no... No vamos a morir, ninguno..."- Marck sonrió, era una sonrisa agria impregnada de dolor, como si un niño le hubiese dicho que sabía volar, todo ilusionado, pero él sabía que eso era imposible y la felicidad del niño y su inocencia le hiciese daño porque sabía que algún día vería la realidad. Le abracé fuertemente mientras se escuchaban unos pasos acercarse y la risa cada vez más cerca.
Nos encontrábamos abrazados junto a una ventana con tablones de madera clavados en ella, los dos estábamos aterrorizados, de pronto se hizo el silencio, no se oía nada...- "¡¡Os tengo!!"- Otra vez la voz habló, gritando, y se escucho un gran ruído al otro lado de la puerta... Alguien, mejor dicho, algo clavó un cuchillo repetidamente en la puerta tratando de destrozarla mientras no paraba de reír emocionado al atrapar a su presa... Cuando hizo un agujero bastante granda para ver por el, puso su ojo, un ojo que rebosaba locura, luego se vió por el mismo agujero la boca de la criatura riendo, riéndose de nuestro miedo...
Pensé que aquel iba a ser nuestro último día, allí iba a morir, íbamos a morir, y si morimos, al menos será juntos.
Continuará.
Nos adentramos corriendo en el interior del bosque, estábamos perdidos, pero al menos parecía que habíamos escapado de la abominación aquella.
Seguimos caminando, justo en el corazón del tétrico bosque encontramos una casa, una casa de madera a la cual le salía humo de la chimenea. Ya había caído la noche y estar fuera de un edificio podría ser peligroso, pero teniendo en cuenta del lugar en el que estábamos, entrar también lo era.
Hacía frío, Marck y yo nos miramos, no sabíamos que hacer, ambos afirmamos con la cabeza y caminamos de la mano hacia la cabaña, y con mucho cuidado y lentamente abrimos la puerta.... Justo en frente de la puerta había unas escaleras de madera, a la derecha una puerta que llevaba a un salón y a la izquierda otra puerta que llevaba a una cocina. De iluminación no había más que velas, parecía una casa encantada y muy antigua, la poca luz que desprendían servía para ver un poco a su al rededor, dejando espacios oscuros entre la luz de una y de otra, haciendo que el lugar sea aún más tétrico. Al lado izquierdo de la escalera, la cual estaba apoyada en la pared de la derecha, había un pasillo muy oscuro, sin iluminación pero se podía distinguir una puerta al fondo.
Finalmente abrimos la puerta y entramos despacio, una vez dentro la cerramos con el mismo cuidado y lentitud con el cual la abrimos. Nos miramos en silencio, el lugar pondría los pelos de punta incluso a un muerto.
Caminamos lentamente hacia la sala, noté una extraña presencia detrás nuestra.... Hice lo que nunca se debe hacer, mirar hacia atrás. Me giré y delante de la puerta vi una borrosa imágen de un niño sonriendo tétricamente. Marck también se giró, su cara se sumió en pánico y, ambos, asustados, corrimos al piso superior encerrándonos en una habitación, parecía la habitación de un niño pequeño, las paredes estaban llenas de dibujos hechos por un niño pequeño, en el que la sangre y personas muertas predominaban, y en algunos estaba escrito "No huirás", "No hay salida" y cosas similares.
Una risa enloquecida rompió el amargo silencio.- "¿Queréis jugar al escondite? ¡Muy bien! Os encontraré..."- La voz de un niño de corta edad resonaba en las paredes, parecía venir de todos los lugares a la vez.
"Erick, tranquilo, no pasará nada."- Marck se acercó a mi y me acarició la cara, luego me besó, intentando tranquilizarme, esta vez el beso fue amargo y doloroso, como la despedida de alguien que fuese a morir. Es como si supiese que su vida acabase ahí, o que iba a dar su vida por mí. Mis lágrimas brotaron de mis ojos, por primera vez en mucho tiempo.
"No, no... No vamos a morir, ninguno..."- Marck sonrió, era una sonrisa agria impregnada de dolor, como si un niño le hubiese dicho que sabía volar, todo ilusionado, pero él sabía que eso era imposible y la felicidad del niño y su inocencia le hiciese daño porque sabía que algún día vería la realidad. Le abracé fuertemente mientras se escuchaban unos pasos acercarse y la risa cada vez más cerca.
Nos encontrábamos abrazados junto a una ventana con tablones de madera clavados en ella, los dos estábamos aterrorizados, de pronto se hizo el silencio, no se oía nada...- "¡¡Os tengo!!"- Otra vez la voz habló, gritando, y se escucho un gran ruído al otro lado de la puerta... Alguien, mejor dicho, algo clavó un cuchillo repetidamente en la puerta tratando de destrozarla mientras no paraba de reír emocionado al atrapar a su presa... Cuando hizo un agujero bastante granda para ver por el, puso su ojo, un ojo que rebosaba locura, luego se vió por el mismo agujero la boca de la criatura riendo, riéndose de nuestro miedo...
Pensé que aquel iba a ser nuestro último día, allí iba a morir, íbamos a morir, y si morimos, al menos será juntos.
Continuará.
martes, 18 de febrero de 2014
17 de Julio, 6:45 PM.
Marck se separó de mi, dejándo un hilo de saliva que une nuestros labios. Le miré fíjamente a los ojos, preocupado por lo que pudiese escapar, entonces, sin decir nada, abrió la ventana de la habitación, la cual daba a un balcón desde el cual se podía ver un campo verde solitario y muy extenso, de fondo se contemplaban altos y verdes árboles, formando un gran bosque.
"Si podemos bajar por aquí... Nos salvaremos."- Entonces se acercó al final del balcón y pasó por encima de la barandilla, comenzó a descender agarrando las cornisas de ventanas y decoraciones del castillo, logrando así bajar de la habitación. Cuando el estaba abajo, yo lo intenté, pero una cornisa se rompió y caí, antes de estrellarme contra el suelo me logró agarrar, me salvó la vida. No le dí un gracias, preferí dedicarle una dulce sonrisa. Me dejó en el suelo y caminamos por el campo hacia el bosque, alejándonos del castillo.
"El mundo que ha creado mi padre es más grande que el castillo, pero yo nunca pasé de él... Antes, era el único sitio seguro, ahora no hay lugar en el que estar a salvo..."- Su entristecido tono me llegó de lleno al alma, pude suponer que este es su hogar, y que en el castillo vivía él, los muros le protegían de las inseguridades de este mundo y del peligro, de los monstruos, de esas pesadillas vivientes.
El campo era el dulce hogar de bellas margaritas, que eran mecidas por el viento con suavidad. Se podía escuchar el susurro del aire entre los troncos del bosque y el suelo, susurros de una voz que nadie conoce, que nadie escucha, que nadie comprende lo que dice... Así me sentía yo cuando estaba en mi mundo, triste y sólo, aún que no lo mostrase. Ahora, al fin me siento vivo, estando en un mundo donde las pesadillas viven y te atormentan, es irónico.
"Que irónico, al fin me siento en mi piel, no me siento vacío, y me veo en un mundo donde los monstruos acechan tras cada esquina."- Miré a Marck y reí ante la ironía de la vida, los filósofos no se quedan cortos cuando dicen que la vida puede ser rara y que es imposible explicarla... Marck simplemente me sonrió alegre de escuchar esas palabras salir de mi boca, entonces, llegamos al bosque...
La luz del sol se colaba entre las ramas de los árboles envolviendo el lugar de cierto misterio. Me daba miedo lo que pudiésemos encontrarnos ahí, pero, me sentía seguro estando cerca de Marck, así que nos adentramos sin temor y con paso firme hacia lo desconocido.
"Erick, me siento vigilado..."- Marck me cogió de la mano fuerte.
"Yo también."- Un horrible sonido de algo saliendo de la tierra acechaba nuestras espaldas, un árbol había salido del suelo y caminaba, también le había salido boca y ojos, dentro del agujero que dejó se observaba un líquido rojo, parecía sangre, pero quien sabe. Al abrir su boca para soltar un escalofriante grito vi trozos humanos manchados de rojo, si nò fuese pro todo lo que he visto hoy habría vomitado.
Ante el susto huímos aterrorizados entre los árboles, pero nos perseguía, un paso suyo era más largo que uno nuestro... Tropecé, torpemente tropecé y caí, el árbol se acercaba a mi, y cuando me iba a agarrar Marck se puso en medio y lo agarró a él en mi lugar.- "¡Marck!"- Grité inútilmente, pero en su cara había... Había una sonrisa, lloraba, pero en su cara había una bonita sonrisa, el haberme salvado le hacía eternamente feliz.
"No me arrepiento de nada."- Dijo mientras lloraba en silencio con una sonrisa en su rostro, yo... Tenía que hacer algo, pero, ¿el qué? No había ningún objeto que pudiese usar, o sí... Busqué en los bolsillos desesperado, lo único que tenía era un bolígrafo y sin pensarlo dos veces me acerqué al árbol y le clavé el bolígrafo en su tronco, haciendo así que soltase un grito de dolor y soltase a Marck, quien cayó al suelo. Rápidamente corrí hacia el, le ayudé a levantarse y salimos corriendo de la mano. La verdad, tocarle... Me hace feliz, muy feliz, a pesar de todo lo que estemos pasando, realmente soy feliz, muy feliz...
Marck se separó de mi, dejándo un hilo de saliva que une nuestros labios. Le miré fíjamente a los ojos, preocupado por lo que pudiese escapar, entonces, sin decir nada, abrió la ventana de la habitación, la cual daba a un balcón desde el cual se podía ver un campo verde solitario y muy extenso, de fondo se contemplaban altos y verdes árboles, formando un gran bosque.
"Si podemos bajar por aquí... Nos salvaremos."- Entonces se acercó al final del balcón y pasó por encima de la barandilla, comenzó a descender agarrando las cornisas de ventanas y decoraciones del castillo, logrando así bajar de la habitación. Cuando el estaba abajo, yo lo intenté, pero una cornisa se rompió y caí, antes de estrellarme contra el suelo me logró agarrar, me salvó la vida. No le dí un gracias, preferí dedicarle una dulce sonrisa. Me dejó en el suelo y caminamos por el campo hacia el bosque, alejándonos del castillo.
"El mundo que ha creado mi padre es más grande que el castillo, pero yo nunca pasé de él... Antes, era el único sitio seguro, ahora no hay lugar en el que estar a salvo..."- Su entristecido tono me llegó de lleno al alma, pude suponer que este es su hogar, y que en el castillo vivía él, los muros le protegían de las inseguridades de este mundo y del peligro, de los monstruos, de esas pesadillas vivientes.
El campo era el dulce hogar de bellas margaritas, que eran mecidas por el viento con suavidad. Se podía escuchar el susurro del aire entre los troncos del bosque y el suelo, susurros de una voz que nadie conoce, que nadie escucha, que nadie comprende lo que dice... Así me sentía yo cuando estaba en mi mundo, triste y sólo, aún que no lo mostrase. Ahora, al fin me siento vivo, estando en un mundo donde las pesadillas viven y te atormentan, es irónico.
"Que irónico, al fin me siento en mi piel, no me siento vacío, y me veo en un mundo donde los monstruos acechan tras cada esquina."- Miré a Marck y reí ante la ironía de la vida, los filósofos no se quedan cortos cuando dicen que la vida puede ser rara y que es imposible explicarla... Marck simplemente me sonrió alegre de escuchar esas palabras salir de mi boca, entonces, llegamos al bosque...
La luz del sol se colaba entre las ramas de los árboles envolviendo el lugar de cierto misterio. Me daba miedo lo que pudiésemos encontrarnos ahí, pero, me sentía seguro estando cerca de Marck, así que nos adentramos sin temor y con paso firme hacia lo desconocido.
"Erick, me siento vigilado..."- Marck me cogió de la mano fuerte.
"Yo también."- Un horrible sonido de algo saliendo de la tierra acechaba nuestras espaldas, un árbol había salido del suelo y caminaba, también le había salido boca y ojos, dentro del agujero que dejó se observaba un líquido rojo, parecía sangre, pero quien sabe. Al abrir su boca para soltar un escalofriante grito vi trozos humanos manchados de rojo, si nò fuese pro todo lo que he visto hoy habría vomitado.
Ante el susto huímos aterrorizados entre los árboles, pero nos perseguía, un paso suyo era más largo que uno nuestro... Tropecé, torpemente tropecé y caí, el árbol se acercaba a mi, y cuando me iba a agarrar Marck se puso en medio y lo agarró a él en mi lugar.- "¡Marck!"- Grité inútilmente, pero en su cara había... Había una sonrisa, lloraba, pero en su cara había una bonita sonrisa, el haberme salvado le hacía eternamente feliz.
"No me arrepiento de nada."- Dijo mientras lloraba en silencio con una sonrisa en su rostro, yo... Tenía que hacer algo, pero, ¿el qué? No había ningún objeto que pudiese usar, o sí... Busqué en los bolsillos desesperado, lo único que tenía era un bolígrafo y sin pensarlo dos veces me acerqué al árbol y le clavé el bolígrafo en su tronco, haciendo así que soltase un grito de dolor y soltase a Marck, quien cayó al suelo. Rápidamente corrí hacia el, le ayudé a levantarse y salimos corriendo de la mano. La verdad, tocarle... Me hace feliz, muy feliz, a pesar de todo lo que estemos pasando, realmente soy feliz, muy feliz...
lunes, 17 de febrero de 2014
17 de Julio, 6:30 PM
La caricia me manchó de sangre, aún permanecía manchado tras separarnos, nunca había sentido nada igual, un calor así, un beso tan verdadero, tan bonito, podría pasarme horas diciendo cosas buenas de aquel beso, pero lo importante es que logró tranquilizarme.
"¿Estás mejor?"- Me preguntó, sorprendentemente, muy tranquilo, no parecía nervioso, incluso se le notaba feliz.
"¿Que era esa cosa?- Pregunté sin levantarme aún, y con cada mirada que le dedicaba mi cara se sonrojaba un poco, me sentía raro al estar a su lado.
"Uno de los muchos monstruos que hay por aquí, pero no te preocupes, mientras yo esté aquí, no pasará nada."- Una sonrisa muy amplia se dejó ver tras decir esas palabras y se levantó, me tendió la mano y me ayudó a levantarme. Una vez de pié miré el castillo, no sabía que hacer ni a donde ir.
"¿Por qué yo?"- Me sacudí el polvo y le miré algo entristecido, si de verdad me quiere, ¿por qué me trajo a un lugar tan horrible? Me parecia algo ilógico, pero supongo que tendría sus razones, las cuales sería mejor no buscar por el momento.
"¿Te has visto en el espejo? Además, te conozco bastante..."- De su boca salió una siniestra risita, la cual metió en mi cuerpecito un miedo y provocó un gran escalofrio.
"A eso se le llama acosar, ¿sabes?"- Desvié la mirada sonrojado, entonces me agarró el brazo y me llevó por un oscuro pasillo, no sabía a donde íbamos, pero fuésemos a donde fuésemos, no creo que las cosas empeorasen demasiado... Pero, tras pensar eso, sonó un horrible ruido en una de las habitaciones, una risa enloquecida y el sonido de un cuchillo cortar algo. Marck me hizo el gesto de silencio y me puso contra la pared y me cubrió. De la habitación salió un monstruo deforme, con un brazo más largo que otro, los dientes llenos de carne humana y sangre, una venda en los ojos, un delantal de carnicero manchado de snagre un machete en una de las manos. Daba mucho miedo, abrí los ojos lo más que pude asustado mientras Marck me abrazadaba contra la pared, pensé que iba a morir, pero el mosntruo ese volvió a meterse de la habitación.
"Tiene un oído muy fino, pero es ciego..."- Esas palabras me habían tranquilizado bastante, tras oirlas, suspiré aliviado con lágrimas en los ojos, Marck me sacó de ahí y me acercó a una ventana, sacó un pañuelo de su bolsillo y me secó las lágrimas.- "No pasa nada..."- Se quedó mirando mis ojos durante bastante rato, dejó de secarme las lágrimas para besarme otra vez.- "Lo siento, no puedo contenerme..."
"Tranquilo... No pasa nada."- Le abracé, sentí esa necesidad, creo que me estaba enamorando de él. Otro sonido nos interrumpió, esta vez parecían gritos de mujer y venían de detrás de la ventana de cristal tintado de negro.
"Corre y no pares."- Dijo Marck mientras me agarraba la mano, me levantó y me llevó corriendo por el pasillo. El cristal se rompió y salió una mujer con la cabeza al revés, caminaba a cuatro patas con el mentón hacia arriba. Era muy rápida a pesar de la postura. Corrimos, corrimos, corrimos, al final, nos metimos en una habitación, al parecer la habitación del rey o la reina, con una gran cama de blancas colchas decoradas con bonitos detalles, un tocador y un baño privado. Marck cerró la puerta con pestillo para que no entrase la criatura que nos perseguía.
"Que es todo esto, Marck...."- Comencé a caminar en círculos nervioso.
"Son criaturas abstractas, por decirlo así... Son seres salidos a partir de los cuadros de mi padre, al hacer arte abstractos, estos carecen de cuerpos normales y mentalidad de humano..."- Marck miró a la puerta, aún se oían ruído fuera, se acercó a mi y me arrinconó contra la pared, besándome, parecía que nunca era mal momento para ello, sus manos recorrían mi espalda, podía notarlo, nuestros cuerpos se juntaron todo lo posible, nos abrazamos con los ojos cerrados en un beso, quizá el último, quizá no, no nos importaba, ese beso nos tenía distraídos. La luz entraba por la ventana dando un ambiente mágico a la preciosa habitación, el beso y ese ambiente me tranquilizaban, pero, ¿por cuanto tiempo? No quería que ese momento llegase a su fin.
Continuará
La caricia me manchó de sangre, aún permanecía manchado tras separarnos, nunca había sentido nada igual, un calor así, un beso tan verdadero, tan bonito, podría pasarme horas diciendo cosas buenas de aquel beso, pero lo importante es que logró tranquilizarme.
"¿Estás mejor?"- Me preguntó, sorprendentemente, muy tranquilo, no parecía nervioso, incluso se le notaba feliz.
"¿Que era esa cosa?- Pregunté sin levantarme aún, y con cada mirada que le dedicaba mi cara se sonrojaba un poco, me sentía raro al estar a su lado.
"Uno de los muchos monstruos que hay por aquí, pero no te preocupes, mientras yo esté aquí, no pasará nada."- Una sonrisa muy amplia se dejó ver tras decir esas palabras y se levantó, me tendió la mano y me ayudó a levantarme. Una vez de pié miré el castillo, no sabía que hacer ni a donde ir.
"¿Por qué yo?"- Me sacudí el polvo y le miré algo entristecido, si de verdad me quiere, ¿por qué me trajo a un lugar tan horrible? Me parecia algo ilógico, pero supongo que tendría sus razones, las cuales sería mejor no buscar por el momento.
"¿Te has visto en el espejo? Además, te conozco bastante..."- De su boca salió una siniestra risita, la cual metió en mi cuerpecito un miedo y provocó un gran escalofrio.
"A eso se le llama acosar, ¿sabes?"- Desvié la mirada sonrojado, entonces me agarró el brazo y me llevó por un oscuro pasillo, no sabía a donde íbamos, pero fuésemos a donde fuésemos, no creo que las cosas empeorasen demasiado... Pero, tras pensar eso, sonó un horrible ruido en una de las habitaciones, una risa enloquecida y el sonido de un cuchillo cortar algo. Marck me hizo el gesto de silencio y me puso contra la pared y me cubrió. De la habitación salió un monstruo deforme, con un brazo más largo que otro, los dientes llenos de carne humana y sangre, una venda en los ojos, un delantal de carnicero manchado de snagre un machete en una de las manos. Daba mucho miedo, abrí los ojos lo más que pude asustado mientras Marck me abrazadaba contra la pared, pensé que iba a morir, pero el mosntruo ese volvió a meterse de la habitación.
"Tiene un oído muy fino, pero es ciego..."- Esas palabras me habían tranquilizado bastante, tras oirlas, suspiré aliviado con lágrimas en los ojos, Marck me sacó de ahí y me acercó a una ventana, sacó un pañuelo de su bolsillo y me secó las lágrimas.- "No pasa nada..."- Se quedó mirando mis ojos durante bastante rato, dejó de secarme las lágrimas para besarme otra vez.- "Lo siento, no puedo contenerme..."
"Tranquilo... No pasa nada."- Le abracé, sentí esa necesidad, creo que me estaba enamorando de él. Otro sonido nos interrumpió, esta vez parecían gritos de mujer y venían de detrás de la ventana de cristal tintado de negro.
"Corre y no pares."- Dijo Marck mientras me agarraba la mano, me levantó y me llevó corriendo por el pasillo. El cristal se rompió y salió una mujer con la cabeza al revés, caminaba a cuatro patas con el mentón hacia arriba. Era muy rápida a pesar de la postura. Corrimos, corrimos, corrimos, al final, nos metimos en una habitación, al parecer la habitación del rey o la reina, con una gran cama de blancas colchas decoradas con bonitos detalles, un tocador y un baño privado. Marck cerró la puerta con pestillo para que no entrase la criatura que nos perseguía.
"Que es todo esto, Marck...."- Comencé a caminar en círculos nervioso.
"Son criaturas abstractas, por decirlo así... Son seres salidos a partir de los cuadros de mi padre, al hacer arte abstractos, estos carecen de cuerpos normales y mentalidad de humano..."- Marck miró a la puerta, aún se oían ruído fuera, se acercó a mi y me arrinconó contra la pared, besándome, parecía que nunca era mal momento para ello, sus manos recorrían mi espalda, podía notarlo, nuestros cuerpos se juntaron todo lo posible, nos abrazamos con los ojos cerrados en un beso, quizá el último, quizá no, no nos importaba, ese beso nos tenía distraídos. La luz entraba por la ventana dando un ambiente mágico a la preciosa habitación, el beso y ese ambiente me tranquilizaban, pero, ¿por cuanto tiempo? No quería que ese momento llegase a su fin.
Continuará
"¿Hola? ¿Hay alguien?"
"Me hago esas preguntas cada día desde que estoy aquí... Todo comenzó hace unos meses, un día fui a un museo..."
17 de Julio, 6:00 PM.
Es un día soleado, agradable, mi familia y yo habíamos acordado en ir a un museo en el que había una exposición de arte abstracto. Pero nunca pensé que las cosas podrían ser así...
"Erick, ¡Erick! Despierta."- Abrí lentamente los ojos, al parecer me quedé dormido durante la explicación del artista, lo cual enfureció algo a mi madre.
"Voy a ver los cuadros."- Sin dar tiempo a responder, me levanté y fui hacia donde los cuadros estaban expuestos, realmente eran impresionantes, al artista se le da muy bien el arte abstracto. Mientras observaba un cuadro bastante extraño alguien me empujó a el, mientras caía hacia su interior y me preparaba para el golpe, sentí que atravesaba la pintura... Caí al suelo. Para mi sorpresa, no estaba en el museo, estaba en un campo, a mi derecha, izquierda y detrás mía había rosales tapando las salidas y delante una especie de entrada hecha de setos. Me levanté y entré por esta...
Tras esa "puerta" había un prado con un castillo al fondo. Decidí ir a el, pero cuando me dirigía a el alguien me agarró del hombro, un increíble escalofrío percorrió mi cuerpo y en un brusco movimiento me giré, quitando la mano de ahí, y ahí estaba él... Un chico de unos 17 años de edad, pelo negro y ojos marrones, alto...
"Erick..."- El chico me miró y sonrió.
"¿Quien eres? ¿Que quieres?"- Asustado comencé a andar hacia atrás.
"Mi nombre es Marck, y este es el mundo que existe en el interior de los cuadros de mi padre."- Comenzó a caminar lentamente hacia mí. En un abrir y cerrar de ojos estaba justo enfrente mía, me arrinconó contra un árbol. Sonrió alegremente, estaba claro que quería algo de mi.- "Quiero que te quedes aquí conmigo."- Tras decir esto, me besó cerrando sus oscuros ojos. Se notaba que me besaba con cierto deseo y felicidad. Del susto le empujé apartándolo de mi y corrí hacia el castillo, entré y cerré la puerta, detrás mía se hallaba el interior del castillo hecho de mármol.
Un extraño ruído salía de una habitación... De pronto una chica manchada de sangre en la boca salió haciendo horribles sonidos, enmudeciendome del pánico. La chica comenzó a acercarse rápidamente y con pasos algo desequilibrados hasta estar tan cerca que saltó sobre mí, yo me veía muerto, pero alguien me empujó apartándome, era Marck, yo me quedé aterrorizado en el suelo, pero Marck se acercó a una pared y cogió una espada que decoraba el muro, y cuando la mujer salto hacia el le insertó la espada en la boca, tras hacer esto, la clavó en la pared.
Marck se acercó a mi y me acarició la cara manchándola de sangre.- "Pobre... Está asustado, y es tan mono... Yo te protegeré."- Las palabras no fueron más que intentos fallidos de animarme, lo único que consiguió fue asustarme aún más, lo único que se lo ocurrió para tranquilizarme sin hablar fue besarme, sus brazos rodearon mi cuello, pude notar la pasión que salía de sus labios y sus brazos, cuando quise darme cuenta, cerré los ojos y disfruté del beso, un beso en un castillo de mármol, con un chico manchado de sangre... Nunca pensé que algo así ocurriría, pero no puedo mentir, me gustó....
Continuará
"Me hago esas preguntas cada día desde que estoy aquí... Todo comenzó hace unos meses, un día fui a un museo..."
17 de Julio, 6:00 PM.
Es un día soleado, agradable, mi familia y yo habíamos acordado en ir a un museo en el que había una exposición de arte abstracto. Pero nunca pensé que las cosas podrían ser así...
"Erick, ¡Erick! Despierta."- Abrí lentamente los ojos, al parecer me quedé dormido durante la explicación del artista, lo cual enfureció algo a mi madre.
"Voy a ver los cuadros."- Sin dar tiempo a responder, me levanté y fui hacia donde los cuadros estaban expuestos, realmente eran impresionantes, al artista se le da muy bien el arte abstracto. Mientras observaba un cuadro bastante extraño alguien me empujó a el, mientras caía hacia su interior y me preparaba para el golpe, sentí que atravesaba la pintura... Caí al suelo. Para mi sorpresa, no estaba en el museo, estaba en un campo, a mi derecha, izquierda y detrás mía había rosales tapando las salidas y delante una especie de entrada hecha de setos. Me levanté y entré por esta...
Tras esa "puerta" había un prado con un castillo al fondo. Decidí ir a el, pero cuando me dirigía a el alguien me agarró del hombro, un increíble escalofrío percorrió mi cuerpo y en un brusco movimiento me giré, quitando la mano de ahí, y ahí estaba él... Un chico de unos 17 años de edad, pelo negro y ojos marrones, alto...
"Erick..."- El chico me miró y sonrió.
"¿Quien eres? ¿Que quieres?"- Asustado comencé a andar hacia atrás.
"Mi nombre es Marck, y este es el mundo que existe en el interior de los cuadros de mi padre."- Comenzó a caminar lentamente hacia mí. En un abrir y cerrar de ojos estaba justo enfrente mía, me arrinconó contra un árbol. Sonrió alegremente, estaba claro que quería algo de mi.- "Quiero que te quedes aquí conmigo."- Tras decir esto, me besó cerrando sus oscuros ojos. Se notaba que me besaba con cierto deseo y felicidad. Del susto le empujé apartándolo de mi y corrí hacia el castillo, entré y cerré la puerta, detrás mía se hallaba el interior del castillo hecho de mármol.
Un extraño ruído salía de una habitación... De pronto una chica manchada de sangre en la boca salió haciendo horribles sonidos, enmudeciendome del pánico. La chica comenzó a acercarse rápidamente y con pasos algo desequilibrados hasta estar tan cerca que saltó sobre mí, yo me veía muerto, pero alguien me empujó apartándome, era Marck, yo me quedé aterrorizado en el suelo, pero Marck se acercó a una pared y cogió una espada que decoraba el muro, y cuando la mujer salto hacia el le insertó la espada en la boca, tras hacer esto, la clavó en la pared.
Marck se acercó a mi y me acarició la cara manchándola de sangre.- "Pobre... Está asustado, y es tan mono... Yo te protegeré."- Las palabras no fueron más que intentos fallidos de animarme, lo único que consiguió fue asustarme aún más, lo único que se lo ocurrió para tranquilizarme sin hablar fue besarme, sus brazos rodearon mi cuello, pude notar la pasión que salía de sus labios y sus brazos, cuando quise darme cuenta, cerré los ojos y disfruté del beso, un beso en un castillo de mármol, con un chico manchado de sangre... Nunca pensé que algo así ocurriría, pero no puedo mentir, me gustó....
Continuará
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